Querido/a Corazonista:
En nuestra Regla de Vida, podemos leer:
« La celebración eucarística constituye
el primer homenaje al amor
del Salvador.En efecto, es el memorial
del amor supremo de Jesús
por nosotros:“Nadie tiene mayor amorque el que da la vida
por sus amigos” (Jn 15,
13)» (RdV 116).
La Eucaristía es el
don de Cristo a su esposa, la Iglesia. La
celebración de la Misa es una actualización, un memorial, de la entrega de
Cristo por nuestro amor. Cada vez que
celebramos el misterio de la fe, se renueva la muerte y la resurrección de
Jesús, aunque ya de una manera incruenta (no sufre más). Sólo podemos gozar el misterio del amor de Dios
hacia los hombres, cuando contemplamos la entrega mutua y continua, hacia los hombres , del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Por el Bautismo y
la Consagración, hemos sido apartados del mundo, para poder acoger y
experimentar el amor de Dios. En cada celebración eucarística unimos la ofrenda
de nuestra vida a la de Cristo, que se entrega al Padre. “Por Cristo, con él y en Él, a ti Dios Padre Omnipotente…”
La vida de la
persona se realiza en la entrega comprometida a Dios y a los otros. Como
Hermanos necesitamos participar todos los días en la Eucaristía, y así poder responder a
la vocación recibida. Cristo con su entrega nos sostiene en las debilidades. Al
darnos y recibir su Cuerpo y su Sangre, quedamos transfigurados y el Padre nos acoge en nombre del Hijo.
La celebración de
la Eucaristía nos permite valorar la entrega absoluta de Cristo. Porque nos
sabemos pecadores, nos acercamos con humildad, permitimos que Jesús nos perdone
y nos sane con su Palabra. La unión
íntima entre Cristo y nuestro corazón, se vive plenamente cuando nos
reconocemos pecadores y nos dejamos transforma por el Cuerpo de Cristo.
Sólo la entrega de
Cristo por amor, es la referencia absoluta que anima y sostiene nuestro
proyecto de vida. La misión es fecunda en la media que nos dejamos
alcanzar por el amor infinito del
Corazón de Jesús. Todas las tareas que realizamos tienen una referencia
constante a la Eucaristía. La comunión
con Cristo nos permite vivir en comunión con nuestros hermanos.
En caso de que
necesites profundizar o de que te aclaremos alguno de estos aspectos, te
pedimos que nos lo hagas saber.
Que Dios te bendiga.
Hno. Leonel Cárdenas sc. y Hno. Javier Lázaro sc.